Lo primero es lo primero: ¿qué es una IA?
Seguro que has oído hablar de las herramientas de Inteligencia Artificial o IA en más de una ocasión, y no me refiero sólo al típico ChatGPT que tan dudosa fama se ha llevado después de que se haya erigido como el sucesor de webs como El Rincón del Vago adaptado a los tiempos que corren. Hablo de decenas e incluso cientos de herramientas que han surgido en los últimos años que, como su propio nombre indica, buscan aprender determinadas habilidades o conocimientos que después pondrán a servicio de su creador o usuario.
Parece que decirlo así queda un poco pedante, pero es lo que es: las inteligencias artificiales son sistemas emplean algoritmos y modelos matemáticos para analizar datos, aprender patrones y tomar decisiones, imitando así la capacidad cognitiva humana. O dicho en otras palabras, una IA es una forma de «vida» (entre muchas comillas) que busca aprender con el uso y con los conocimientos que se le proporcionen para que pueda hacer aquello para lo que ha sido diseñada con sólo pedírselo.
Es un bot, ni más ni menos, y aunque lo de IA sea algo más o menos reciente, lleva muchos años siendo desarrollado.
Las IA son peligrosas, a este ritmo terminan con nosotros
En todas partes cuecen habas, pero llegar a este punto de conspiranoico creo que es pasarse, al menos por el momento. Hay que recordar a quienes decían que los ordenadores terminarían por esclavizarnos o los que decían esto mismo de los televisores allá por la década de los 50 y 60. Obviamente una tecnología nueva es una oportunidad y una amenaza en función de quién la utilice, pero esto pasa con todo: no es lo mismo que le des una motosierra a un trabajador forestal, a un carpintero o el tipo que aparece en La Matanza de Texas.
Uno podría pensar que la forma más eficaz de evitar que se nos vaya de las manos, es que haya algún tipo de ley o norma sobre cómo usarlas. Sin entrar en polémicas ni disquisiciones: más allá de lo ya establecido por la ley para los «humanos», sería lo mismo que ponerle vallas al campo, una pérdida de tiempo y de recursos. Todo esto tiene un problema, y es que la raza humana tiene una curiosidad innata por lo prohibido y lo oculto… esto quiere decir que restringir o prohibir las IA lo único que conseguiría es poner en peligro a quien fuera a usarlas (y no, no los disuadiría, que nos conocemos).
Una tecnología joven, escalable y que de momento, no tiene límite
Entonces, ¿qué hacemos al respecto? Pues vamos a ponernos en perspectiva: ahora mismo las herramientas de inteligencia artificial están creciendo como esporas, y por el momento no hay demasiadas restricciones a su uso. Esto a alguno le puede parece similar a lo que ocurría con las redes sociales hace unos 15 años, cuando en esencia cada uno decía lo que se le apetecía y no había consecuencias. Pues no estarías demasiado equivocado, y por eso mismo es una oportunidad de oro para sacarles el mayor provecho posible.
Si tienes un recurso a mano, aprovéchalo mientras dure. Cuando se acabe, se acabará, pero mientras dura vida y dulzura. Y lo mejor que tienen las IA ahora es que están más alcance la mano que nunca.
Las IA tienen posibilidades infinitas, pero tienen que aprender
Imagínatelo de esta manera, muchas herramientas de IA (no todas) son como alumnos superdotados de primaria o secundaria: pueden llegar a lo más alto, pero tienen que aprender a llegar hasta ahí. Y aquí los profesores son la gente como tú y como yo, más allá de que haya profesionales que también tengan su parte (importante) en este proceso. Evidentemente que estas cosas nos llegan bastante más tarde que, por ejemplo a estamentos gubernamentales y militares, y el propio internet es un claro ejemplo de lo que te cuento.
Por esto mismo, puede que de aquí a 5-10 años tengamos entre nosotros herramientas de inteligencia artificial mucho más avanzadas, y no hablo sólo de que puedan ofrecer mucho más servicios. Me refiero a que puedan aprender de manera más rápida y por tanto adaptarse a lo que se les exige en un tiempo más corto. Una especie de instinto de supervivencia y de adaptación que en el reino animal es ley, pero que también parece que se traslada a estas IA.
Luchas contra ella… o con ella
Y no olvidemos un dato importante: como inteligencias que son, pueden generar y crear contenido de calidad y útil. Obviamente hay dos formas de afrontar esto: la primera es verlo como una amenaza y simplemente intentar destruirlo o anularlo. Evidentemente es muy iluso pensar que se puede hacer esto, de la misma manera que poner el grito en el cielo contra los medios digitales por parte de (unos pocos) defensores de la prensa escrita en su momento, habría sido totalmente en vano.
La otra alternativa es adaptarse, es decir, verlo como la oportunidad que es. Esto exige lanzarse al vacío, probar y equivocarse, o como diría Ibai Llanos: «me caigo, me levanto, me caigo, me levanto». Y así hasta que no te caigas más y veas dónde tienes ese hueco, esa chance, y sacarle provecho. Ahí, te quiero echar una mano.
No tengas miedo, prueba una, otra y quédate con lo que te resulte útil
Las IA son una tecnología algo verde y nueva, pero no hay que tener miedo con ella. Con tantas herramientas que hay, podrías pensar que hay una para cada cosa, y no estarías lejos de la realidad. Por eso mi consejo es muy sencillo: prueba una, si no te gusta, prueba otra, y si te gusta, quédate con ella. Explora, descubre en qué te ayuda y en qué podría mejorar, o cómo podrías suplir esa carencia.
Por eso mi objetivo en esta página es que puedas encontrar las mejores herramientas IA para lo que tú buscas para tu día a día. ¿A qué me refiero con ello? Pues desde algo tan sencillo como encontrar qué supermercado de tu zona te sale más barato para hacer la compra, hasta en qué banco confiar para tener una cuenta corriente sin que te ahogue a comisiones y costes ocultos. Evidentemente, hay que tener el foco en que las IA son un aprendizaje constante, así que no dejes de pasarte por esta web, porque estaré constantemente buscando las mejores herramientas y cómo sacarles el mayor provecho.
Dicho esto, gracias por llegar hasta aquí, y que la IA te acompañe 😉